La ruta de Muu. De la eficacia del símbolo


En La pensèe selvauge (1962) Lévi-Strauss va a tocar una idea que quizás a nosotros occidentales puede parecer ridícula e irracional: que el símbolo pueda tener una eficacia tan fuerte de influir incluso sobre procesos orgánicos del cuerpo humano. El ejemplo que nos presenta Lévi-Strauss es la intervención de un shamán de los Cuna de Panamá, por medio de un canto, en un parto difícil. El canto se inicia con una descripción de la confusión de la parturienta, describe su visita al shamán, la partida de éste hacia la choza de la misma parturienta, su llegada, sus preparativos, consistentes en fumigaciones de granos de cacao quemados, invocaciones y la confección de imágenes sagradas, estatuillas (en la foto) en que se encarnan los nuchu. Éstos son los espíritus protectores que el shamán convierte en sus asistentes y cuyo grupo encabeza conduciéndolos hasta la mansión de Muu, la potencia responsable de la formación del feto. De hecho, el parto difícil se explica como debido a que Muu ha sobrepasado sus atribuciones y se ha apoderado del purba o “alma” de la futura madre. El canto consiste, entonces, enteramente en la búsqueda del purba perdido. Éste será restituido tras grandes peripecias, tales como demolición de obstáculos, victoria sobre animales feroces y finalmente un gran torneo librado entre el shamán y sus espíritus protectores por un lado, y Muu y sus hijas por otro, con ayudas de sombreros mágicos cuyo peso estos últimos son incapaces de soportar. El combate no ha sido librado contra la misma Muu, indispensable para la procreación, sino tan sólo contra sus abusos; una vez corregidos éstos, las relaciones e vuelven amistosas. Estas curas, que podrían parecer psicológicas no pueden definirse en un marco sencillamente psicológico en cuanto son invocadas para combatir perturbaciones fisiológicas. La verdad es que parece más una mediación psicológica para manipular el órgano enfermo. Y todo eso se desarrolla a través de un relato que representa un continuo conectar la realidad más trivial al mito, el universo fisiológico al universo físico y al universo simbólico, el cuerpo interior al mundo exterior. El camino simbólico que conduce el shamán por la “ruta de Muu” (la vagina) hasta la mansión de Muu (el útero) es un itinerario descrito como una verdadera anatomía mítica que corresponde más a una suerte de geografía afectiva – que identifica cada punto de resistencia y cada dolor – que a la estructura real de los órganos genitales. El mundo uterino aparece poblado de monstruos fantásticos y animales feroces, personificaciones de los dolores, que el canto describe a la enferma, nombrándolos y presentándoselos bajo una forma que pueda ser aprehendida por el pensamiento conciente o inconciente. Para penetrar en este “infierno” y encontrar a Muu, los nelegas (los nuchu que se ponen al servicio del hombre después haber recibido por el shamán una propiedades) tienen que vencer otros obstáculos, esta vez materiales: fibras, cuerdas flotantes, hilos tendidos, cortinas sucesivas, y con este fin el shamán pide refuerzos a los Señores-de-los-animales-taladradores-de-bosque. La cura, en suma, consistiría, pues, en volver pensable, por medio de símbolos, y de la construcción de un mito, una situación de enfermedad orgánica. Y que la mitología del shamán no corresponda a una realidad objetiva carece de importancia en cuanto la enferma cree en esa realidad. Y al comprenderla hace algo más que resignarse: se cura. Aunque nos pueda parecer algo de completamente irracional, hay que decir que nada semejante se produce en nuestros enfermos cuando se les ha explicado la causa de sus desórdenes invocando secreciones, microbios o virus. La diferencia fundamental está en el hecho que la relación entre microbio y enfermedad es exterior al espíritu del paciente, es de causa a efecto, mientras que la relación entre monstruo y enfermedad es interior a su espíritu, conciente o inconciente. ¿Estamos seguros de que la actitud hiperspecialísitica e hipermaterialista de nuestra ciencia sea siempre la mejor?

No hay comentarios: